jueves, 4 de marzo de 2010

¿Por qué El baúl de Otis?

Sin duda alguna al Otis que me refiero es al que he tomado prestado su nombre como seudónimo: Otis B. Driftwood. ¿Y quién es este Otis?, para muchos será un desconocido, pero para otros será ese sinvergüenza, algo canalla y embaucador hombre de negocios que representaba a la señora Claypool en la celebérrima obra maestra de los hermanos Marx "Una noche en la ópera".

El citado Otis es el personaje que encarna Groucho Marx en esta película, pero, ¿y el baúl?; solo haciendo un poco de memoria podremos recordar el enorme baúl que el mozo de maletas intenta meter en el minúsculo camarote (el 58, una número muy grande para una jaula tan pequeña) asignado a Otis durante la travesía que le llevaría hasta Nueva York.
Poco después en ese mismo camarote y con el baúl en medio tendría lugar una de las escenas más hilarantes de toda la historia del cine.

Tuve la gran fortuna de ver este película por primera vez en el cine. Fue a mediados de los años 80 cuando repusieron en el cine de mi pueblo unas cuantas películas de los Marx. Recuerdo ir un poco intrigado (era una película en B/N), aunque el tráiler que nos pusieron la semana anterior (seguramente habríamos ido a ver una de Bud Spencer o una de Bruce Lee) resultaba de los más divertido. Ni que decir tiene que la película me encantó, esa y todas las que pusieron en ese mismo cine en semanas posteriores: Un día en las carreras, Los hermanos Marx en el oeste, Sopa de Ganso, Tienda de locos y creo que también pusieron Amor en conserva con la explosiva Marilyn Monroe.

Años después la volvería a ver por televisión, hecho que aproveché para grabarla en cinta de vídeo convirtiéndose esa cinta para mí en una reliquia a conservar.
No puedo hacerme una idea de las veces que puedo haber visto esa película en esa cinta. Tanto yo como mis hermanos nos convertimos en unos fieles "marxistas", es muy probable que no pasara más de una semana sin que alguna de nosotros viera algún trozo de la película, cuando no entera.
Con el paso de los años la película sigue haciendome tanta gracia o más que el primer día, aunque si es cierto que las escenas que más me gustas han ido cambiando con el tiempo. Primero me divertía mucho con Harpo y Chico, con sus persecuciones, sus formas de hacer las cosas, etc, pero al ir creciendo el personaje que más me divertía era sin duda alguna Otis B. Driftwood. Era una persona cuya arma era la palabra, siempre tenía una réplica que dar a la situación que estaba viviendo en ese momento y todas resultaban tremendamente ingeniosas, originales y por supuesto divertidas.
- Soy Henderson del cuerpo de vigilancia- le espeta el orondo representante de la ley.
- Pues vigile su peso porque está engordado - le contesta Otis casi sin mirarle mientras desayuna.

Siempre pensé qué llevaría Otis es ese tremendo baúl, aunque está claro que en la película no es más que una excusa para que en él se metan sus hermanos y le den una sorpresa cuando lo habrá en el camarote 58.
Pensé que llamar a este blog de esa forma podría ser un buen homenaje a esta película que tanto me ha divertido durante tantos años y que seguro seguirá haciéndolo.

Mi hijo de tan solo 4 años ya me pide que le ponga una película de los hermanos Marx (o Mans como dice él).
- ¿Qué película quieres que te ponga? - le pregunto yo
- Esa que sale tanta gente - me responde él

¿Averiguan de qué película se trata?

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