viernes, 29 de octubre de 2010

Lope



Las últimas películas españolas sobre nuestro siglo de oro me habían decepcionado bastante. Fui con mucha ilusión a ver “Alatriste” (con uno de mis directores favoritos: Agustín Díaz Yanes), pero esta ilusión se torno en un profundo aburrimiento, a la media hora la película no se sostiene por ningún lado y solo la magnífica representación del Madrid del siglo XVII la hace algo más llevadera.
Después vino “La conjura del Escorial”, intrigas palaciegas en la corte de Felipe II. Tres cuartos de lo mismo, o incluso peor.
Lope suponía una nueva oportunidad para el cine de esa época. En este caso la apuesta no parecía tan fuerte como la de Díaz Yánez: un director practicamente desconocido, un elenco de actores también más modesto, aunque de cierta categoría y una puesta en escena bastante lejos de la de las comentadas anteriormente. Pero al fin y a la postre resulta una película bastante más entretenida que estas.
Poco o muy poco se sabe de la vida de Lope de Vega, lo que permite a los guionistas utilizar la inventiva para dar detalles acerca de la vida del Fénix de los autores. Uno no termina de creerse algunas de las cosas que pasan, pero eso no es impedimento para que la película no decaiga mucho y siempre tenga buen ritmo. Muy buena es la escena en la que Lope demuestra sus habilidades para crear sonetos al instante utilizando cada una de las letras del nombre de uno de los personajes.
Las actrices de Lope no defraudan y compiten en belleza por hacerse con el corazón del genial escritor. Destacar sobre todo a Leonor Watling que está demostrando ser una de las actrices más en forma de nuestro cine. Y hablando de actores en forma cabe mencionar también el breve papel de Luís Tosar, que francamente está que lo borda cada vez que pisa un plató.
Salvando las distancias la película me trajo recuerdos de “Shakespeare in love”, sobre todo la relación de Lope con los patronos de los recintos teatrales, la preparación de estos para las obras y la vida un poco calavera de ambos escritores.
Creo que es un película que sobre todo consigue entretener, lo cual, por los tiempos que corren no es poco, y el espectador saldrá de la sala con la sensación de haber presenciado un más que correcto espectáculo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Origen (Inception)

Crhistopher Nolan ha conseguido sorprenderme dos veces. La primera, con su genial Memento, me mantuvo pegado a la butaca casi sin rechistar durante toda la película. Salí del cine francamente impresionado, no ya por la calidad de la película (que era bastante alta), sino por la enorme originalidad de la misma. Cuando acudes al cine, muchas veces ves buenas películas, pero no te terminan de llenar porque son historias que más o menos has visto en otras ocasiones. El argumento de Memento es novedoso (el del hombre que pierde la memoria cada media hora), pero cómo nos cuenta Nolan esa historia es lo realmente novedoso
La segunda ha sido con Origen. Me habían llegado comentarios de película, compleja, difícil de seguir y algo confusa, incluso llegué a oír que competía en complejidad con Matrix.
Creo que nada de esto es cierto, la película se desarrolla con bastante fluidez y un alto ritmo de rodaje que, de nuevo, te hace estar pegadito a la butaca sin moverte. Si que reconozco que algunos aspectos “técnicos” que comentan los personajes acerca del mundo de los sueños en el que se desenvuelven, se le pueden escapar al espectador, pero no afecta en exceso al núcleo de la película pudiendo seguir su desarrollo sin demasiados problemas.
Los actores están bastante bien, aunque hay algo que no termina de funcionar, es la relación entre Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) y la “arquitecta”, personaje interpretado por Ellen Page. Da la sensación que el guionista tenía prisa por que intimaran y apenas se conocen te encuentras a Cobb haciendo confesiones sobre su vida privada, si bien es cierto que estas confesiones tendrán su repercusión al final de la película, pero hay algo que chirría en la forma en la que se producen.
No he podido evitar encontrar un cierto paralelismo entre el personaje de Leo DiCaprio y el que él mismo interpreta en Shutter Island. Se trata de un personaje con un pasado tormentoso y relacionado también con su mujer e hijos, teniendo ambos films varios flash-back en los que se cuenta la historia previa. Es curioso por que en ambos films el comienzo es el mismo: la cara de Leonardo impregnada de agua.
En definitiva, es una película ambiciosa y que corresponderá a los espectadores que deseen pasar una buena sesión de cine.